Un viaje hacia las utopías revolucionarias CLLLII. Balance del 76. "Noche y Niebla"
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Municipalidad de Parana

Por Manuel Justo Gaggero*
Un viaje hacia las utopías revolucionarias CLLLII. Balance del 76. "Noche y Niebla"
 
Estábamos a pocos días del inicio del verano y el calor era agobiante, al mismo tiempo que persistía una represión indiscriminada dirigida a asegurar que no hubiera resistencia alguna al modelo económico diseñado por Alfredo Martínez de Hoz, con el total respaldo de las clases dominantes y del partido militar.

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Fecha:05/01/2016 14:39:00 
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El año cerraba con una inflación del 346 %, los salarios congelados y una profunda recesión.
Pese a que el Ministro de las “grandes orejas” había asegurado que cambiaría una economía de especulación por una de producción, ese primer año el único sector que se mostró activo fue el de la Bolsa de Comercio. El movimiento bursátil se había triplicado con relación al del año anterior.
El resto caía: el producto bruto interno bajó el 3,6%, la inversión bruta interna el 12,4 % y el consumo interno un 5,6%.
La dictadura se preparaba para barrer todas las restricciones para la entrada de capitales golondrinas, como sugerían los centros financieros internacionales.
Se trataba de suprimir las normas que impedían la entrada de estos por 30 o 90 días y de liberar las tasas, hasta ese momento reguladas por el Banco Central.
La reforma financiera contemplaba también quiénes serían los tomadores de estos créditos: las empresas importadoras de indumentaria, electrodomésticos, automóviles y otros productos del sudeste asiático que competirían y destruirían lo que quedaba de la industria nacional considerada por las autoridades militares como ineficiente y poco rentable.
Para ello se redujeron los aranceles de importación.
En este escenario económico aumentaba la desocupación y el empleo en negro lo que apuntaba disciplinar al movimiento obrero.
Al mismo tiempo continuaba la política de “noche y niebla”.
De esa forma titularon los nazis el decreto que, con la firma de Adolf Hitler, se puso en vigencia el 7 de diciembre de 1941 en todos los territorios ocupados por el ejército alemán.
El mismo “legitimaba” la política de “desapariciones forzadas” que generaba un terror por lo desconocido, impuesto desde el Estado, y apuntaba a aniquilar toda oposición.
Esta metodología fue luego retomada por la llamada “escuela francesa” y el país galo la utilizó para hacer frente a los movimientos independentistas surgidos, después de la Segunda Guerra Mundial, en sus colonias en África y Asia.
Asesores de esta nacionalidad integraron el plantel docente de la Escuela Superior de Guerra donde se formaba la oficialidad del Ejército Argentino, desde finales de la década del 50 y, luego, trasmitieron sus “conocimientos” en la Escuela de las Américas organizada por el Pentágono estadounidense para preparar a los militares latinoamericanos en la llamada “guerra antisubversiva”.
Las más sofisticadas técnicas de tortura, aplicadas sistemáticamente y sin límite de tiempo, formaban parte de estas enseñanzas.
Loa días de “noche y niebla “habían comenzado en nuestro país en 1973 con la formación de la Triple A, creada a sugerencia de “ nuestro General” que regó de cadáveres el país-más de 1500 compatriotas fueron víctimas de esta entre ellos militantes peronistas que habían dado muestras acabadas de su fidelidad al “Líder” como Julio Troxler y Atilio López, entre otros.
Posteriormente, con el operativo “Independencia “ y la llegada de Videla y sus acólitos a la Casa Rosada, las Fuerzas Armadas absorbieron a los integrantes de esta organización criminal para estatal, que pasaron a formar parte de los llamados “grupos de tareas”.
Nuestro Partido, en ese diciembre había comenzado a implementar una política de preservación de cuadros, organizando la salida ordenada de los mismos al exterior.
Esta me la había adelantado Alejandro All, en un encuentro en octubre, donde me presento el nuevo responsable de Inteligencia, “el Gringo” un compañero muy simpático con el que nos reuníamos cada quince días.
Por su lado, en la conformada Comisión Argentina de Derechos Humanos, se había completado toda la documentación que llevaría Eduardo Luis Duhalde al exterior para ampliar la denuncia internacional contra la Dictadura genocida.
Con ese escenario seguimos la tarea de fortalecer los vínculos con los políticos democráticos al mismo tiempo que ordenábamos nuestros equipos bajo la supervisión del “Vasco“ Daniel.
Al hacer el balance de ese año sentía un gran dolor y un verdadero “disparo en el corazón“ por el asesinato de mi hermana Susana y por la caída en combate de nuestro Secretario General Mario Roberto Santucho, de Benito Urteaga y de compañeras y compañeros de gran valía.
Esa era nuestra realidad que se confrontaba con los triunfos que lograban los pueblos del Tercer Mundo.
En Vietnam el 2 de julio de ese año se llevaron a cabo las elecciones generales en todo el país que permitieron la reunificación del territorio en la Republica Socialista de Vietnam, según el principio “que el Partido dirige, el Estado administra y el pueblo es el dueño”.
Este proceso permitió verificar que en el Sur, administrado por los títeres de los Estados Unidos y ocupado por las tropas de ese país durante décadas, se registraban 3 millones de desempleados, 4 millones de analfabetos, un millón de viudas, 500 mil huérfanos, un millón de tuberculosos y en Saigón-rebautizada como ciudad Ho Chi Minh – uno de cada cuatro habitantes padecía de enfermedades venéreas trasmitidas por los invasores.
A su vez, en una pequeña isla del Caribe de sólo 340 kilómetros cuadrados de superficie, Granada, ex colonia británica, en las elecciones de diciembre de este año la Alianza Popular, el “Movimiento de la Nueva Joya“ que lideraba una alianza de izquierda había logrado una importante representación parlamentaria denunciando la represión y la corrupción del gobierno que tenía sólidos vínculos con la Casa Blanca e instructores militares chilenos enviados por el Dictador Pinochet.
¿Cómo rearmarnos?: era nuestro interrogante frente a un contexto difícil.
Nos acompañaba el optimismo de Balta, la firme y decidida actividad de Osvaldo y de los simpatizantes que formaban parte del frente.
Cuándo pensábamos que teníamos todo “bajo control“ y, en lo personal, nos preparábamos para recibir a nuestros hijos que habían completado el año escolar en la casa de sus abuelos en Santa Fe, la llegada de un compañero, con una cita “a ciegas”, ya que no sabía quién me convocaba, me generó incertidumbre.
¿Con quién me encontré en aquel departamento sobre la calle Hipólito Yrigoyen?.
¿Cuál era la propuesta y la decisión de la conducción?.
Estos y otros temas los abordaré en la próxima nota de esta saga.

*Abogado. Ex Director del diario “El Mundo“ y de las revistas “Nuevo Hombre” y “Diciembre 20”
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