El análisis del perito de Gendarmería, Ricardo Herrera, arrojó dos coincidencias caligráficas entre las letras de puño de las enfermeras de apellido Cuatrín y Gómez. La primera de ellas registró el ingreso de Soledad López el 4 de marzo de 1978, según la pericia y la segunda anotó el ingreso de NN López el 10 de marzo del mismo año. Ambas ya testimoniaron en el juicio, pero a la luz del análisis grafológico, deberán volver a presentarse este jueves ante el Tribunal Oral Federal (TOF) de Paraná, donde se lleva adelante el debate.
Para los médicos la responsabilidad de anotar los dos ingresos y el posterior egreso de ambos mellizos había estado en manos de Laura Marizza, exempleada administrativa del IPP y ya fallecida. Sin embargo, una de las primeras novedades de la causa tuvo que ver con que a través de una pericia caligráfica se había detectado que los tres registros fueron realizados con grafías distintas, es decir tres personas habían escrito cada uno de los tres registros. Una de esas personas pudo haber sido Marizza, pero no se conoce quienes más intervinieron en el libro de producción del IPP, donde se registraban los ingresos y egresos de los pacientes al instituto especializado en neonatología.
Dicho libro fue aportado por el propio Torrealday a Estela De Carlotto, tras un encuentro solicitado por el médico empresario para reunirse con la titular de Abuelas de Plaza de Mayo. Allí constan tres registros que tienen que ver con la desaparición de los mellizos de Raquel Negro y Tulio Valenzuela, nacidos en cautiverio en marzo de 1978 en el Hospital Militar y sustraídos del vientre de su madre para luego ser derivados al IPP.
La beba mujer ingresó el 4 de marzo y el varón recién el 10. Ambos mellizos fueron dados de alta del IPP el 27 de marzo. Con el tiempo se supo que la melliza mujer fue abandonada en un hogar de huérfanos de Rosario y la adoptó la familia Gullino de buena fe. Sabrina Gullino recuperó su verdadera identidad en 2008, momentos en los que ella ya pensaba en la posibilidad de ser hija de desaparecidos, duda que fue confirmada por una causa judicial que confirmó que era hija de Negro y Valenzuela.
De lo que no se supo nada, hasta el momento, es del destino del bebé varón y su búsqueda es el principal objetivo de esta causa, más allá de la responsabilidad penal de los tres médicos del IPP.
Al momento en que se conoció el primer resultado de la pericia sobre el libro de producción, las partes y el tribunal unipersonal a cargo de Roberto López Arango decidieron armar un cuerpo de escritura en el cual los médicos y aquellas personas que trabajaron en el IPP durante la época investigada, debieron realizar un escrito para poder ser comparado con los registros del libro.
Fue justamente en la comparación entre el cuerpo de escritura realizado durante el juicio y el libro de registros del IPP que surgió el dato de que la enfermera Estela Maris Cuatrín había sido quien registró el ingreso de Sabrina Gullino, como "Soledad López", el 4 de marzo de 1978. Además, se confirmó que Marta Ofelia Gómez anotó el ingreso del mellizo varón como "NN López" el 10 de marzo del mismo año. Ambas testigos ya comparecieron ante el tribunal durante este juicio y sin embargo no dijeron nada sobre el libro de registros. De hecho, Cuatrín desconoció la existencia de dicho libro y Gómez había asegurado que sus funciones en el IPP se limitaron al año 1977, es decir, aseguró que no había trabajado durante el período que estuvieron los mellizos de Raquel Negro y Tulio Valenzuela en el instituto especializado de neonatología.
Ante las preguntas de las partes, el perito gendarme Herrera confirmó la contudencia de sus resultados y aseguró que "no se trabaja con aproximaciones" si no que cuando se comparan las eventuales coincidencias "es o no es". Es decir, no hay margen de duda respecto a los resultados periciales. Esto fue relativizado por el abogado defensor Miguel Cullen, aunque ninguna de las partes se opuso a que se convoque nuevamente a las enfermeras a que brinden un nuevo testimonio ya con la prueba pericial concluida que contradice los primeros relatos.
"En base a las conclusiones de las pericias y lo declarado recientemente por el perito Herrera, respecto a la anotación de Ofelia Gómez, voy a solicitar que se la convoque al debate nuevamente, medida que considero pertinente, ya que es necesario que diga quien le ordenó realizar esa anotación y en que circunstancias se realizó", aseguró el fiscal José Candioti una vez que se retiró el perito de Gendarmería.
La querella, en este caso en voz de Marcelo Boeykens, adhirió al pedido de fiscalía y agregó la solicitud para que Cuatrín también sea convocada ya que "dijo desconocer el libro de producción y debe dar explicaciones al respecto".
La audiencia de este miércoles fue la primera en la que el doctor Miguel Torrealday no se hizo presente en la sala del TOF.
Cambios al cronograma de alegatos
Hubo modificaciones en el cronograma de alegatos y se pasó todo para la semana próxima. La fiscalía y la querella argumentarán su acusación contra los tres médicos el próximo lunes, mientras que la defensa comenzará a alegar el martes. Según la extensión de los alegatos de los abogados defensores, se podrá finalizar el mismo martes o se extenderá hasta el miércoles. Los cambios se debieron a que mañana deberán comparecer las dos ex enfermeras pero también a que el próximo viernes no se puede programar audiencias ya que hay un conflicto gremial que impide el normal desarrollo.
A Candioti lo acompaña su par Carlos García Escalada, mientras que la querella se compone con Marcelo Boeykens (en representación de Sabrina Gullino y Sebastián Álvarez), Sofía Uranga (HIJOS), Lucía Tejera (Subsecretaría DDHH de la Nación) y Santiago Bereciartua (Abuelas de Plaza de Mayo). Los abogados defensores son Miguel Cullen (David Vainstub), Walter Rolandelli (Miguel Torrealday), José Velázquez y Cristhian Panceri (Jorge Rossi).
Por JCB de ANALISIS DIGITAL
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