Argentina, con la expectativa de empleo más baja del mundo: algunos sectores muestran repunte y otros no

La Expectativa Neta de Empleo (ENE) para el cuarto trimestre se mantiene en +5%, sin variaciones respecto al trimestre anterior y con un leve incremento de un punto porcentual en comparación con el mismo periodo del año pasado.

Fecha/Hora: 10/09/2025 07:56 Cód. 108379 Tiempo de lectura: 6.09 minutos.
Hay cautela entre los empleadores argentinos en un contexto de alta inestabilidad política y financiera, sumado a la baja actividad económica. La incertidumbre electoral de cara a octubre también juega un rol relevante.

Las perspectivas a nivel local contrastan con el panorama más optimista de otros países, donde las proyecciones de contratación laboral resultan considerablemente más robustas.

La ENE, indicador elaborado por ManpowerGroup, se calcula restando el porcentaje de empleadores que prevé reducir su plantilla del porcentaje que planea incrementarla en el próximo trimestre. En el caso argentino, el 27% de los empleadores encuestados manifestó su intención de aumentar el personal, mientras que un 24% anticipó recortes. El 45% no prevé cambios en su dotación y el 4% restante no pudo precisar sus planes para el periodo analizado.

Luis Guastini, director general y presidente de ManpowerGroup Argentina y Director de Talent Solutions para Latinoamérica, analizó el contexto y señaló: “A pesar de que el contexto económico muestra ciertos signos de estabilidad y proyección, la recuperación en las expectativas de contratación sigue siendo un desafío en Argentina”.

Guastini también subrayó que, aunque existen señales de dinamismo en sectores como Tecnología de la Información y Finanzas & Real Estate, el país continúa exhibiendo “las intenciones de contratación más débiles del mundo”.

En relación al impacto del contexto de elecciones, dijo: “En los años electorales, el empresariado suele mostrarse más cauto y este año, marcado por el desdoblamiento de elecciones en la Provincia de Buenos Aires y, por lo tanto, mayor incertidumbre, sin duda se tradujo en el bajo nivel de optimismo reflejado en las expectativas de creación de empleo para el cuarto y último trimestre”.

“Más allá de esto, al tratarse de un estudio proyectivo de corto plazo —en el que consultamos a los empresarios qué ocurrirá con su nómina en los próximos tres meses—, las respuestas están fuertemente condicionadas por la percepción sobre el nivel de actividad en cada industria. Esto indica que, salvo en algunos sectores muy puntuales, dicha percepción no ha sido del todo positiva", indicó Guastini.

Al examinar el comportamiento por sectores económicos, seis de las nueve actividades relevadas anticipan un aumento en sus nóminas para el último trimestre del año. El sector de Tecnología de la Información encabeza las proyecciones con una ENE de +18%, seguido por Finanzas y Real Estate, que alcanza +13%.

En el extremo opuesto, Servicios de Comunicación reporta la expectativa más baja, con una ENE de -17%. Respecto al trimestre anterior, las expectativas mejoraron en seis de los nueve sectores, destacándose Tecnología de la Información con un salto de 19 puntos porcentuales y Bienes y Servicios de Consumo con un avance de 12 puntos.

En la comparación interanual, cuatro sectores muestran una mejora, siendo Bienes y Servicios de Consumo el que registra el mayor incremento, con 14 puntos porcentuales.

En contraposición, la ENE de Energía y servicios públicos se ubicó en -14% y la de Servicios de Comunicación en -17%.

En cuanto al comportamiento en ese primer sector, que viene recibiendo importantes inversiones y pese a ello no presenta expectativas de contratación, Guastini explicó: “La caída en las expectativas del sector creemos que puede estar vinculado a un escenario atravesado por factores coyunturales que frenaron el ritmo de expansión. En primer lugar, el parate en la industria del Oil & Gas, donde los directores financieros de los principales operadores de servicios recortaron o postergaron sus planes de inversión por las restricciones de financiamiento, lo que obligó a muchas compañías a ajustar sus presupuestos”.

“A ello se suman procesos de traspaso de activos de YPF hacia otras empresas, que conllevan tiempos largos de transición y ralentizan la actividad; presiones derivadas de los precios internacionales, la falta de financiamiento y las incertidumbres políticas y electorales”, añadió.



Panorama regional y comparación internacional



En el análisis regional, todas las zonas del país relevadas prevén aumentos en sus plantillas durante el cuarto trimestre de 2025. La región de Cuyo lidera con una ENE de +18%, seguida por la Patagonia con +11%. El Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) presenta la expectativa más baja, con una ENE de +3%.

Frente al trimestre anterior, tres de las seis regiones muestran una mejora, con Cuyo a la cabeza tras un incremento de 18 puntos porcentuales, mientras que la Patagonia experimenta una caída de 20 puntos. En la comparación interanual, cuatro regiones evidencian avances, destacando nuevamente Cuyo con un alza de 18 puntos, en tanto que el AMBA sufre la mayor disminución, con 4 puntos porcentuales menos.

En el contexto internacional, los doce países americanos incluidos en el relevamiento esperan aumentos en sus expectativas de contratación para el cuarto trimestre de 2025. Brasil lidera la región con una ENE de +36%, seguido por Costa Rica (+35%), Guatemala (+28%) y Estados Unidos (+28%). Argentina, con su ENE de +5%, se ubica en el último lugar de la región, por debajo de Chile (+21%), Colombia y Puerto Rico (ambos con +16%).

La tendencia global muestra que, en los 42 países y territorios encuestados, los empleadores prevén sumar personal en el próximo trimestre, lo que marca un escenario de crecimiento en el mercado laboral internacional.



Los principales generadores de empleo



De acuerdo al IERAL, la desaceleración de la actividad económica y las altas tasas de interés generaron efectos negativos en los sectores que concentran la mayor parte del empleo, como la industria, la construcción y el comercio, que en conjunto representan cerca del 40% de los puestos de trabajo.

Estos sectores, que no habían logrado recuperar plenamente los niveles previos al cambio de gobierno, enfrentan ahora un freno que interrumpe la lenta recuperación y profundiza su fragilidad.

Así, por los altos costos financieros y la imposibilidad de traslado a precios debido al bajo consumo, muchas empresas terminan recortando su plantilla.

“Algunas trasladan trabajadores a la informalidad, otras no renuevan contratos, y así buscan reducir sus costos laborales para poder sostenerse. Este proceso no solo erosiona el empleo formal en los sectores que más puestos generan, sino que profundiza un problema estructural preexistente: actividades donde la informalidad es la norma más que la excepción”, indica el informe.

Guastini señaló que existen dos factores clave que impactan en la generación de empleo: “Por un lado, un crecimiento sostenido de la actividad económica y, por otro, un marco legal y tributario que no desincentive la contratación de personal. Este año, el Gobierno avanzó con una reforma laboral que, si bien introduce cambios, no alcanza a constituir una transformación estructural. Eso genera expectativas en el empresariado, que reclama condiciones más razonables para el momento en que la actividad económica logre recuperarse de manera sostenida”.

“Nuestras normas laborales responden a modelos productivos que han cambiado de forma significativa. A modo de ejemplo: la Ley de jornada de trabajo está próxima a cumplir cien años, la cual se apoya en fundamentos de un esquema productivo de hace cinco décadas, y la última gran modificación se dio hace treinta años con la ley de empleo, de la cual actualmente no quedan cuestiones vigentes”, explicó.

“En lugar de dinamizar el mercado laboral, el actual marco normativo hace que contratar un trabajador siga siendo costoso y de alto impacto para una Pyme, que suele preferir cubrir picos de demanda con horas extras antes que asumir el riesgo de ampliar su plantilla. A ello se suma que alrededor del 40% de la actividad de ese sector todavía se desarrolla en la informalidad”, agregó.