El Caribe sin descanso por el huracan Melissa
En Cuba no hubo muertos gracias a las 735.000 personas evacuadas en el este de la isla. Ahora los vientos van hacia Las Bahamas. En Jamaica pegó muy duro.
             Fecha/Hora: 30/10/2025 08:19 
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        El gigantesco huracán Melissa dejó este miércoles "daños cuantiosos" en Cuba y se dirige ahora a Bahamas, como parte de una devastadora trayectoria en la que azotó Jamaica como la tormenta más potente en tocar tierra en 90 años. Melissa ha causado inundaciones en ciudades y pueblos, destrozos en infraestructuras, cientos de miles de evacuados, cortes de energía y una treintena de muertos en la región desde el fin de semana.
Melissa azotó el martes Jamaica con la fuerza de un huracán de máxima categoría 5 en la escala Saffir-Simpson. Y en la madrugada del miércoles golpeó Santiago de Cuba, el este de la isla. El huracán se debilitó un poco el miércoles por la tarde y avanza sobre el Atlántico con vientos sostenidos de 155 kilómetros por hora. Se ubicaba a 175 kilómetros del centro de las Bahamas, a donde se espera que arribe por la noche.
Por el momento el mayor precio en vidas lo ha pagado Haití, que reportó este miércoles 20 muertos, lo que eleva a 23 el total en el país. Además tres personas murieron en Jamaica antes de la llegada del huracán, tres en Panamá y una en República Dominicana.
En el este de Cuba
En Santiago de Cuba, el techo de la casa de Mariela Reyes, un ama de casa de 55 años, salió volando y no paró hasta caer en la siguiente cuadra. "No es fácil perder todo lo que uno tiene. Lo poco que tienes", dijo Reyes desanimada. El martes logró resguardar su televisor y otros electrodomésticos en la casa de su hermana.
La tormenta inundó casas y calles, que caída la tarde del miércoles continuaban intransitables. Apenas pasó el peligro, vecinos de Santiago de Cuba, la segunda ciudad más importante de la isla con 500.000 habitantes, salieron machete en mano para cortar árboles derrumbados y liberar las calles. A las afueras de Santiago de Cuba algunas ovejas se ahogaron por la subida de un río y yacían sobre el asfalto.
El pescador cubano Alexis Ramos pasó la madrugada del miércoles en la costa de Santiago de Cuba tratando de proteger el bote con el que se gana la vida, pero cuando retornó a su casa, la furia de Melissa la había convertido en escombros. "Me encontré la bomba esta", dice Ramos, mientras observa su vivienda reducida a un amasijo de ladrillos, pedazos de concreto y tejas de aluminio. Con ayuda de familiares intenta recuperar algún material útil de lo que fue el hogar de sus padres y donde echó "la juventud entera".
Arrollando todo a su paso
El presidente Miguel Díaz-Canel dijo en su primer balance de la situación que fue "una madrugada muy compleja" con "daños cuantiosos", según un mensaje en X. La tormenta también rompió cristales, paneles y otras estructuras de un hotel en el que se alojan periodistas, igual que sucedió en hospitales y centros educativos. Las autoridades cubanas informaron que unas 735.000 personas fueron evacuadas, especialmente en las provincias de Santiago de Cuba, Holguín y Guantánamo.
La empresa estatal de telecomunicaciones, ETECSA, indicó que la provincia de Guantánamo y varios localidades de Santiago de Cuba y Granma y Holguin permanecían sin red telefónica. Según Cubadebate, durante la madrugada en la Sierra Maestra las aguas bajaban "arrollando todo a su paso" por la crecida de ríos.
La potencia de Melissa superó la de algunos huracanes como Katrina, que arrasó la ciudad de Nueva Orleans en 2005. Los científicos afirman que el cambio climático causado por el ser humano ha intensificado las grandes tormentas y aumentado su frecuencia.
El meteorólogo Kerry Emanuel explicó que el calentamiento global está provocando que más tormentas se intensifiquen rápidamente, como ocurrió con Melissa, lo que eleva el riesgo de lluvias extremas.
Melissa azotó el martes Jamaica con la fuerza de un huracán de máxima categoría 5 en la escala Saffir-Simpson. Y en la madrugada del miércoles golpeó Santiago de Cuba, el este de la isla. El huracán se debilitó un poco el miércoles por la tarde y avanza sobre el Atlántico con vientos sostenidos de 155 kilómetros por hora. Se ubicaba a 175 kilómetros del centro de las Bahamas, a donde se espera que arribe por la noche.
Por el momento el mayor precio en vidas lo ha pagado Haití, que reportó este miércoles 20 muertos, lo que eleva a 23 el total en el país. Además tres personas murieron en Jamaica antes de la llegada del huracán, tres en Panamá y una en República Dominicana.
En el este de Cuba
En Santiago de Cuba, el techo de la casa de Mariela Reyes, un ama de casa de 55 años, salió volando y no paró hasta caer en la siguiente cuadra. "No es fácil perder todo lo que uno tiene. Lo poco que tienes", dijo Reyes desanimada. El martes logró resguardar su televisor y otros electrodomésticos en la casa de su hermana.
La tormenta inundó casas y calles, que caída la tarde del miércoles continuaban intransitables. Apenas pasó el peligro, vecinos de Santiago de Cuba, la segunda ciudad más importante de la isla con 500.000 habitantes, salieron machete en mano para cortar árboles derrumbados y liberar las calles. A las afueras de Santiago de Cuba algunas ovejas se ahogaron por la subida de un río y yacían sobre el asfalto.
El pescador cubano Alexis Ramos pasó la madrugada del miércoles en la costa de Santiago de Cuba tratando de proteger el bote con el que se gana la vida, pero cuando retornó a su casa, la furia de Melissa la había convertido en escombros. "Me encontré la bomba esta", dice Ramos, mientras observa su vivienda reducida a un amasijo de ladrillos, pedazos de concreto y tejas de aluminio. Con ayuda de familiares intenta recuperar algún material útil de lo que fue el hogar de sus padres y donde echó "la juventud entera".
Arrollando todo a su paso
El presidente Miguel Díaz-Canel dijo en su primer balance de la situación que fue "una madrugada muy compleja" con "daños cuantiosos", según un mensaje en X. La tormenta también rompió cristales, paneles y otras estructuras de un hotel en el que se alojan periodistas, igual que sucedió en hospitales y centros educativos. Las autoridades cubanas informaron que unas 735.000 personas fueron evacuadas, especialmente en las provincias de Santiago de Cuba, Holguín y Guantánamo.
La empresa estatal de telecomunicaciones, ETECSA, indicó que la provincia de Guantánamo y varios localidades de Santiago de Cuba y Granma y Holguin permanecían sin red telefónica. Según Cubadebate, durante la madrugada en la Sierra Maestra las aguas bajaban "arrollando todo a su paso" por la crecida de ríos.
La potencia de Melissa superó la de algunos huracanes como Katrina, que arrasó la ciudad de Nueva Orleans en 2005. Los científicos afirman que el cambio climático causado por el ser humano ha intensificado las grandes tormentas y aumentado su frecuencia.
El meteorólogo Kerry Emanuel explicó que el calentamiento global está provocando que más tormentas se intensifiquen rápidamente, como ocurrió con Melissa, lo que eleva el riesgo de lluvias extremas.
 
                