Un nuevo incendio en Epuyén carbonizó cientos de hectáreas de bosque y ya hay evacuados
A menos de un año del infierno desatado en esa ciudad de Chubut, un nuevo foco iniciado el lunes ya consumió unas 400 hectáreas de bosque nativo. Hay veinte viviendas amenazadas y evacuaciones preventivas.
Fecha/Hora: 19/11/2025 08:27
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Mientras todavía permanecen abiertas las heridas ocasionadas por el fuego que arrasó con una parte del pueblo en enero pasado, el nuevo incendio desatado el lunes en la localidad chubutense de Epuyén ya carbonizó entre 300 y 400 hectáreas de bosque nativo en la ladera del cerro Pirque y amenazaba esta tarde a una veintena de viviendas de la zona conocida como La Angostura, cuyos habitantes fueron evacuados de manera preventiva.
Según el intendente de Epuyén, José Contreras, el incendio se inició a las 16:30 en terrenos del complejo de “Cabañas Kritz”, en el Paraje El Pedregoso, por una negligencia en el manejo de brazas y cenizas de los propietarios de la empresa, quienes le admitieron en persona su responsabilidad según declaró el propio intendente a la prensa local.
Hace una semana Chubut había declarado la “emergencia ígnea” en todo el territorio provincial, que entre otros aspectos prohíbe explícitamente encender fuegos al aire libre, al menos hasta el fin de la temporada estival en ciernes.
En la tarde de este martes el fuego no estaba controlado pero su peligrosidad sobre la población había disminuido gracias a que el viento llevaba las llamas hacia la cumbre, y sólo uno de los frentes del incendio se movía hacia una zona poblada.
El incendio comenzó al pie del cerro Pirque en la margen oeste del río Epuyén, y se expandió con extrema velocidad hacia arriba por el faldeo del cerro como consecuencia de los fuertes vientos que azotaron ayer a la zona cordillerana, los que fueron muy intensos pese a que no alcanzaron la gravedad prevista que sí afectó a la costa chubutense.
Por la noche el panorama era estremecedor: el enorme cerro Pirque presentaba sus caras oeste y sur literalmente iluminadas por el fuego; parecía tener millares de lámparas encendidas, pero que no eran otra cosa que las llamas de focos que permanecían encendidos consumiendo cipreses, coíhues, lengas, maitenes, álamos y pinos invasores, además de miles animales salvajes y de aves que se encuentran en plena época de anidación.
A las primeras luces del amanecer los habitantes de la Comarca despertaron con el tronar de un helicóptero del Servicio Nacional de Manejo del Fuego que trabajó toda la mañana para humedecer y enfriar las zonas aledañas al fuego, de manera de facilitar el trabajo de las decenas de brigadistas provinciales y voluntarios que trabajaban en líneas cortafuego que impidieran el avance de las llamas sobre las zonas pobladas.
El helicóptero debió suspender su tarea pasado el mediodía porque los vientos habituales de esa zona en particular impedían llevar adelante la tarea. También resultaba de suma dificultad, cuando no directamente imposible, la tarea de los brigadistas para atacar los frentes que subían por la montaña debido a que afectaban bosque nativo muy frondoso crecido sobre un faldeo rocoso y escarpado.
Una parte de la tarea de las brigadas estaba centrada en construir defensas para impedir que el fuego avanzara sobre un cañadón profundo que lo, llevaría directamente a la zona poblada de la Angostura.
Según informó el director de Defensa Civil de Epuyén, Jorge Bonnasea, hasta esta tarde en el combate del incendio se desempeñaban alrededor de 200 personas entre bomberos voluntarios, brigadistas del Servicio Provincial de Manejo del Fuego, y decenas de voluntarios de toda la Comarca Andina, para atender la primera línea de fuego y la asistencia logística y de asistencia en la retaguardia.
Epuyén aún sufre las consecuencias del descomunal incendio forestal que en enero pasado carbonizó más de 4 mil hectáreas de bosque nativo y pino invasor y redujo a cenizas las viviendas de 76 familias, más de la mitad de las cuales todavía no ha podido reconstruir una casa por el abandono oficial.
El gobernador Ignacio Torres recibió entonces siete mil millones de pesos del Gobierno nacional, pero solo destinó dos mil a paliar las consecuencias del incendio y desvío el resto hacia otras áreas de su administración, según reveló Tiempo Argentino. Lo hizo a través de nueve decretos que ocultaron el destino de los fondos y dificultaron su trazabilidad.
Según el intendente de Epuyén, José Contreras, el incendio se inició a las 16:30 en terrenos del complejo de “Cabañas Kritz”, en el Paraje El Pedregoso, por una negligencia en el manejo de brazas y cenizas de los propietarios de la empresa, quienes le admitieron en persona su responsabilidad según declaró el propio intendente a la prensa local.
Hace una semana Chubut había declarado la “emergencia ígnea” en todo el territorio provincial, que entre otros aspectos prohíbe explícitamente encender fuegos al aire libre, al menos hasta el fin de la temporada estival en ciernes.
En la tarde de este martes el fuego no estaba controlado pero su peligrosidad sobre la población había disminuido gracias a que el viento llevaba las llamas hacia la cumbre, y sólo uno de los frentes del incendio se movía hacia una zona poblada.
El incendio comenzó al pie del cerro Pirque en la margen oeste del río Epuyén, y se expandió con extrema velocidad hacia arriba por el faldeo del cerro como consecuencia de los fuertes vientos que azotaron ayer a la zona cordillerana, los que fueron muy intensos pese a que no alcanzaron la gravedad prevista que sí afectó a la costa chubutense.
Por la noche el panorama era estremecedor: el enorme cerro Pirque presentaba sus caras oeste y sur literalmente iluminadas por el fuego; parecía tener millares de lámparas encendidas, pero que no eran otra cosa que las llamas de focos que permanecían encendidos consumiendo cipreses, coíhues, lengas, maitenes, álamos y pinos invasores, además de miles animales salvajes y de aves que se encuentran en plena época de anidación.
A las primeras luces del amanecer los habitantes de la Comarca despertaron con el tronar de un helicóptero del Servicio Nacional de Manejo del Fuego que trabajó toda la mañana para humedecer y enfriar las zonas aledañas al fuego, de manera de facilitar el trabajo de las decenas de brigadistas provinciales y voluntarios que trabajaban en líneas cortafuego que impidieran el avance de las llamas sobre las zonas pobladas.
El helicóptero debió suspender su tarea pasado el mediodía porque los vientos habituales de esa zona en particular impedían llevar adelante la tarea. También resultaba de suma dificultad, cuando no directamente imposible, la tarea de los brigadistas para atacar los frentes que subían por la montaña debido a que afectaban bosque nativo muy frondoso crecido sobre un faldeo rocoso y escarpado.
Una parte de la tarea de las brigadas estaba centrada en construir defensas para impedir que el fuego avanzara sobre un cañadón profundo que lo, llevaría directamente a la zona poblada de la Angostura.
Según informó el director de Defensa Civil de Epuyén, Jorge Bonnasea, hasta esta tarde en el combate del incendio se desempeñaban alrededor de 200 personas entre bomberos voluntarios, brigadistas del Servicio Provincial de Manejo del Fuego, y decenas de voluntarios de toda la Comarca Andina, para atender la primera línea de fuego y la asistencia logística y de asistencia en la retaguardia.
Epuyén aún sufre las consecuencias del descomunal incendio forestal que en enero pasado carbonizó más de 4 mil hectáreas de bosque nativo y pino invasor y redujo a cenizas las viviendas de 76 familias, más de la mitad de las cuales todavía no ha podido reconstruir una casa por el abandono oficial.
El gobernador Ignacio Torres recibió entonces siete mil millones de pesos del Gobierno nacional, pero solo destinó dos mil a paliar las consecuencias del incendio y desvío el resto hacia otras áreas de su administración, según reveló Tiempo Argentino. Lo hizo a través de nueve decretos que ocultaron el destino de los fondos y dificultaron su trazabilidad.