Aumenta la precariedad y baja el desempleo

El indicador oficial muestra un leve descenso del desempleo respecto de 2024, pero con menor calidad de trabajo: la informalidad laboral trepó al 43,3 por ciento de los ocupados

Fecha/Hora: 19/12/2025 08:52 Cód. 109459 Tiempo de lectura: 3.76 minutos.
El desempleo se ubicó en el 6,6 por ciento de la población en edad de trabajar, según la medición del Indec correspondiente al tercer trimestre de 2025, lo que implicó una baja de 0,3 puntos porcentuales frente a igual período del año anterior. Sin embargo, en un contexto en el que el Congreso debate una reforma laboral y crece la preocupación social por el deterioro de las condiciones de trabajo, el propio Indec exhibió un dato menos alentador: la informalidad laboral trepó al 43,3 por ciento de los ocupados, con un aumento de 0,7 puntos porcentuales. La combinación de una leve mejora en la desocupación con un avance del empleo precario pone en cuestión la solidez del mercado laboral que defiende el oficialismo.

Los datos se conocen en medio del debate público que tiene la sociedad sobre la propuesta de reforma laboral que el Gobierno envió para su sanción al Congreso, amparado en la idea de una “modernización” en la legislación vigente se recortan derechos para los trabajadores al tiempo que se desfinancia al sistema de seguridad social por la reducción de los aportes patronales y una rebaja de impuestos para grandes empresas también incluída en el proyecto.

El mismo día que se conocen los datos de empleo de Indec, la CGT organizó una masiva movilización a Plaza de Mayo para mostrar fuerzas en oposición a la reforma. El mismo jueves en comisiones el Senado trató el dictamen de la reforma, pero prevén retomar el debate a mitad de febrero.

En el tercer trimestre de 2025, la tasa de desocupación –medida por Indec como las personas que no tienen ocupación, están disponibles para trabajar y buscan empleo activamente, como proporción de la PEA– se ubicó en 6,6 por ciento. En términos comparativos con el tercer trimestre de 2024, se redujo en 0,3 puntos porcentuales, y en términos absolutos significa que 1,5 millones de personas están desempleadas en el país. Detrás de esa leve mejora estadística, el mercado laboral sigue mostrando fragilidades estructurales –el desempleo todavía se ubica un punto arriba versus 2023- que relativizan el alcance de la baja en la desocupación.

Según la medición de Indec, la informalidad representó el 43,3 por ciento del empleo en Argentina. Esto indica que la precariedad laboral creció 0,7 puntos porcentuales respecto del tercer trimestre de 2024. Este grupo de trabajadores vulnerables y de bajos ingresos recibe escasa o nula atención en el proyecto de ley debatido en el Senado: la única receta del Gobierno para bajar la informalidad es la reducción de los aportes y contribuciones patronales y el impulso de un “blanqueo” para incentivar la formalización. Esta receta ya se probó con la Ley Bases y tuvo escasísimo éxito: apenas se formalizaron 16.703 puestos de trabajo, según reveló un reciente trabajo del Centro de Economía Política Argentina (Cepa).

Por otro lado, a nivel territorial existen aglomerados urbanos con tasas de desocupación en niveles muy altos: como es el caso de Río Gallegos con un 10,8 por ciento y Gran Resistencia – Chaco con un 9,7 por ciento. En la zona centro del país y el conurbano bonaerense los índices son también más elevados: 8,9 por ciento en Gran Rosario, mientras en Santa Rosa el desempleo llegó al 8,5 por ciento, en el Gran La Plata fue de 8,1 por ciento y en los partidos del Gran Buenos Aires fue 7,6 por ciento. El mapa del desempleo expone profundas desigualdades, con bolsones de alta desocupación que reflejan realidades productivas y sociales muy distintas.

El informe de Indec revela que la tasa de actividad –que mide la población económicamente activa (PEA) sobre el total de la población– alcanzó el 48,6 por ciento en el tercer trimestre del año. Tuvo una evolución positiva en la comparación interanual de 0,3 puntos porcentuales. En tanto, la tasa de empleo –que mide la proporción de personas ocupadas con relación a la población total– se ubicó en 45,4 por ciento, y también creció 0,4 puntos porcentuales versus igual período de 2024. No obstante, estos avances marginales conviven con un mercado laboral tensionado, donde el crecimiento de la actividad y el empleo no alcanza a compensar la pérdida de calidad de los puestos de trabajo ni el deterioro de los ingresos.

La tasa de subocupación resultó del 10,9 por ciento de la PEA, mientras que los otros ocupados demandantes y los otros ocupados no demandantes disponibles alcanzaron, en conjunto, el 11,3 por ciento de la PEA. Consecuentemente, la presión sobre el mercado laboral, conformada por el universo de desocupados, subocupados, ocupados demandantes y ocupados no demandantes disponibles, alcanzó el 28,7 por ciento de la PEA, informó el Indec.